IBAGUÉ. Mientras la mayoría de ciudadanos descansaba de la jornada, Yolanda Torres caminaba de una esquina a otra en las afueras de la Plaza del Jardín cuidando lo poco que tiene, pues fue desalojada de la habitación que arrendó en el barrio Áncon y llegó desde el miércoles con su trasteo a vivir en el parqueadero de la plaza de mercado mientras logra conseguir un espacio digno que le cueste 100 mil pesos ya que la pensión que obtuvo por el seguro social tras sufrir de ataques de epilepsia cuando trabajaba como ayudante de construcción no le permite pagar más.
La mujer de 56 años de edad no tiene familia en la Ciudad: “Mi mamá y mis hermanos se fueron para España y nunca me casé porque cuando los novios se enteraban de mi enfermedad me dejaban”, indicó la señora que gracias a la ayuda de los residentes se ha sentido apoyada. “Hace 20 días salí a buscar habitación pero me dio un ataque; la droga ya no me hace y debo estar en un solo lugar porque no se en qué momento sufra otra recaída. Sólo Dios me puede salvar”, concluyó Torres.