IBAGUÉ. Tendido en el andén afuera de su casa quedó el cuerpo de Gabriel Ángel Ardila, asesinado por un sicario.
Sucedió a eso de las 7:30 a.m, cuando iba a bordar una motocicleta azul y una persona le disparó. Los parientes salieron, pero el homicida fue certero y huyó. Algunas personas alertaron a la Policía sobre los presuntos sospechosos que habían escapado en un vehículo de servicio público.
Los uniformados que tenían el número de matrícula del taxi iniciaron una persecución.
El coronel Carlos Camacho, comandante de la Policía Metropolitana, dijo: “Un hombre que iba en el carro se bajó a dos cuadras y se fue en una moto”.
Los policías hicieron un ‘plan candado’ y en la Ciudadela Simón Bolívar cogieron el ‘amarillo’ en el que iba un adolescente de 17 años de edad, que presuntamente llevaba un revólver. El ‘pelao’ fue conducido a las instalaciones de la Sijín en el Comando de la Policía Metropolitana donde también fue llevado el conductor del taxi.
El coronel Camacho afirmó en la tarde de ayer que a los sospechosos los estaban dejando a disposición de las fiscalías correspondientes.
Desplazado. De acuerdo con la información que entregaron las autoridades, Ardila, de 46 años, era desplazado. El hombre había sido sacado de Rovira por la guerrilla de las Farc. Por eso, no descartan que el crimen esté relacionado con ese tema.