IBAGUÉ. Irene del Pilar Rodríguez Prada denunció en Q’HUBO que la semana pasada tuvo una discusión, con agresiones recíprocas, con su ex compañera de apartamento y ahora siente temor por posibles represalias de la familia de dicha fémina. Por su parte Ruddy Vanessa Rey afirmó ser la víctima y entregó su versión del caso.
La historia. Al parecer el par de jóvenes, oriundas de San Vicente del Caguán, tenían diferencias y discusiones constantes, por lo que habrían acordado vivir por separado, sin embargo el miércoles en la noche antes de cumplir ese propósito descargaron toda su ira en una confrontación física.
“Ella me dijo que no podía guardar mis vasos en un cajón y me cerró la puerta. Me hizo un reclamo, lanzó un golpe y nos pusimos a pelear. Hubo intercambio de puños y patadas”, señaló Irene del Pilar.
Tras varios minutos las mujeres se separaron y en medio de insultos supuestamente Ruddy Vanessa agarró un utensilio de cocina para amedrentar a la denunciante y acto seguido le lanzó un ‘trapo’ mojado de gaseosa para reanudar la disputa.
“Una hora después de la pelea llegó Luz Alby Flórez, tía de ella, con otra señora furiosa. Las dos me sacaron a empujones de la casa y me dijeron que no volviera por allá. Tenía temor porque Ruddy me contó que ella tenía casa por cárcel”, agregó Irene, estudiante de comunicación social.
La mujer pasó la noche en la casa de una amiga. Al otro día instauró una denuncia en la Fiscalía por violencia intrafamiliar y con la Policía sacó sus pertenencias del lugar.
La otra parte. “Dice las cosas que le conviene, pues fue la que inició todo. Ella me amenazó y dijo que me iba hacer la vida imposible. No soy mujer de peleas, traté de hablar mil veces de la mejor manera con ella y no fui grosera”, dijo Ruddy Vanessa con relación a las acusaciones de su ex compañera.
La estudiante de ingeniería industrial, de 20 años de edad, no fue a la citación de conciliación por violencia intrafamiliar, pues la denunció antes y un abogado le indicó que no era obligatoria su presencia, pues tenía una querella previa.
“La convivencia no estaba bien porque no compartimos las mismas decisiones y formas de pensar. Le dije que lo mejor era no vivir juntas”, finalizó Ruddy que dejó la puerta abierta a una eventual conciliación.
