IBAGUÉ. Carlos Andrés Díaz Ríos, de 20 años de edad, y Edison Hernández Ubaque, de 24 años de edad, quienes estaban sindicados por el delito de hurto agravado en el patio cuatro del bloque cinco de la Cárcel de Picaleña fallecieron ayer en las urgencias del Hospital Federico Lleras Acosta, producto de las quemaduras de cuarto y quinto grado, provocadas por un incendio que uno de sus compañeros de celda supuestamente inició.
Por otro lado Andrés Felipe Mahecha Guerrero, de 24 años de edad, permanece con pronóstico reservado en las urgencias del Limonar.
Lo que habría pasado. De acuerdo con las declaraciones del director del centro penitenciario, Jairo Enrique Páez Durán, a eso de las 9:00 de la noche del viernes la guardia reportó que en la celda número 53 cuatro hombres se quemaron en un incendio que al parecer se produjo porque los presos elaboran ‘tatucos’ de cartón y papel higiénico para encender cigarrillos. Y que presuntamente un recluso antes de dormir manipuló uno de estos elementos artesanales, lo que habría generado la conflagración.
Jean Carlos Ruiz Ruiz, quien sufrió algunas quemaduras leves contó a los guardias que sus compañeros supuestamente estaban durmiendo cuando las llamas los alcanzaron.
Al parecer Ruiz Ruiz ,se protegió del fuego mientras los heridos luchaban por salir de la celda.
Cuando la guardia llegó, presuntamente encontraron a Carlos Andrés Díaz Río, EdisonHernández Ubaque y Andrés Felipe Mahecha Guerrero,con graves lesiones por lo que fueron trasladados a las urgencias del centro asistencial.
La otra versión. Por otra parte se presume que los sindicados fueron víctimas de algunos presos que supuestamente querían amotinarse y les habrían prendido fuego con un líquido inflamable, hechos que los familiares de los reos piden que se aclaren.
La familia de Hernández Ubaque, manifestó que les dijeron que el incendio lo originó un cigarrillo, pero que les parece extraño que los guardias del Inpec no los sacaran a tiempo, a lo que el director de la cárcel respondió que el personal reaccionó de manera inmediata y que una vez lo reclusos estén en las celdas deben esperar hasta las 6:00 de la mañana para que el personal del centro de reclusión les abra la puerta.
Hernández Ubaque ,hace un año estaba privado de la libertad y esperaba que se le realizara una audiencia porque al parecer en pocos días iba a ser trasladado hasta un centro de rehabilitación en Lérida para someterse a un tratamiento y así dejar el consumo de alucinógenos.