RIOBLANCO. Desde hace seis meses, llegar al municipio de Rioblanco, al sur del Tolima, se ha convertido en un verdadero calvario para los transportadores y pobladores.
La razón es que al llegar al puente sobre la Quebrada Cafucha a 15 minutos de la vía entre Chaparral y Rioblanco, los conductores deben pasar el combustible, la mercancía y los pasajeros a otro vehículo, por restricción de tránsito. Pero la medida se queda en teoría pues algunos se arriesgan: bajan peso, pasan y vuelven a cargar. Es muy difícil disponer de un vehículo a cada lado”, le dijo a Q`HUBO Édgar Bedoya.
La situación. Por ser una vía secundaria, el mantenimiento le corresponde a la Gobernación del Tolima, pero según la comunidad “nunca lo hicieron y ya, el puente está totalmente deteriorado y a punto de caer. Hace años sólo pasaban carros pequeños, camperos y chivas, pero en los últimos años el transporte de volquetas grandes por encima de los 140 kg incrementó”.
Las consecuencias. “Cada vez que pasa un carro, la gente ve el puente en la quebrada y además de que los pasajeros están en riesgo inminente, la situación está afectando la economía y las obras de la región”.
Atrasos. Por el mal estado del puente la empresa Ingeniería de Vías que está a cargo de la pavimentación de la vía Chaparral- Rioblanco, paró la ejecución de la misma pues no podría pasar el asfalto.
La secretaria. “Hicimos la gestión e Invías ya autorizó un puente portátil prefabricado (militar). La próxima semana se firmaría el señor Gobernador firmaría el comodato”, le dijo a Q`HUBO la secretaria de Infraestructura departamental, Sandra Liliana García.
“Eso están diciendo desde julio. Esperamos que el puente no se caiga antes”, agregó Bedoya.
